Después de varios meses, la Cámara de Diputados puso fin este martes a las juntas de Conciliación y Arbitraje como los órganos para resolver demandas laborales entre patrones y trabajadores en todo el país.
Los diputados reconocieron la constitucionalidad de la reforma laboral que elimina a dichos organismos, que por años se encargaron de resolver los juicios en materia de trabajo y que fueron señalados por su lenta actuación en la resolución de conflictos.
La reforma fue aprobada por diputados y senadores en octubre, pero al ser una modificación constitucional debía ser avalada por más de la mitad de los 32 estados del país, lo cual sucedió este lunes.
La impartición de justicia laboral estará a cargo de los tribunales laborales del Poder Judicial de la Federación o de los estados cuando las demandas sean del terreno federal o local, respectivamente.
También se crea un organismo federal descentralizado de conciliación, con autonomía de gestión y presupuesto, con facultades en el orden nacional para el registro de los contratos colectivos de trabajo y las organizaciones sindicales.
Este nuevo organismo tendrá personalidad jurídica y patrimonio propio, plena autonomía técnica, operativa, presupuestaria y de gestión para acelerar la impartición de justicia.
El titular de este organismo descentralizado será elegido por el Senado de una terna que presente el presidente de México a los legisladores.