Vas a dar el paso de montar tu propia empresa. La situación actual está llevando a que muchos parados tengan en cuenta la opción del emprendimiento, la cual no es nada fácil, pero supone una vía factible para poder subsistir y salir adelante. Lo más seguro, es que te entren dudas sobre el proceso que tendrás que seguir para llevar tu idea adelante. Por eso, hoy en Grupo Cervantes Portilla & Asociados queremos ayudarte y hacer una recopilación con la información que necesitas.
Lo importante, es que arranques únicamente si tienes un plan, una buena idea que crees que va a tener éxito. Lo primero que tienes que preguntarte es: ¿qué va a ganar tu cliente contigo? ¿Qué puedes ofrecerle tú que no pueda ofrecerle otra empresa? Tienes que pensar cuál es el factor clave que mueve a tu cliente hacia una u otra opción. Piensa que dos de cada diez empresas cierran porque no tienen clientes ni ventas. Estudia, por tanto, la viabilidad de tu idea.
Convierte tu idea en empresa
Según los expertos, uno de los errores más frecuentes entre los emprendedores es la falta de prospección del mercado en el que van a operar. Desconocen a la competencia, a los
posibles proveedores, las condiciones del mercado… Lo más difícil a la hora de emprender, aunque parezca lo más sencillo, es tener las ideas claras acerca de qué negocio quieres desarrollar.
Una vez estudies el mercado, detalla todo lo que creas que es necesario para poder desarrollar exitosamente tu idea: materiales, horas, personal, habilidades, espacio de trabajo,… Es el momento de planificar o de elaborar el famoso “business plan“. Piensa, que la falta de planificación es uno de los principales motivos por el que las empresas fracasan. Por eso, es muy importante que le dediques todo el tiempo del mundo a planificar tu idea para convertirla en un negocio. De este modo podrás evaluar la viabilidad de tu idea.
Lo primero que debes calcular es qué inversión inicial necesitarás para arrancar. Si un emprendedor no es capaz de buscar y obtener suficientes recursos, ya sean propios o externos, que le den credibilidad al proyecto, mal empieza. Otro error inicial durante la búsqueda de recursos es intentar financiar todo el proyecto en una fase.
El segundo punto que hay que asegurarse, es un fondo de maniobra suficiente para los primeros meses de actividad, mientras no hay ingresos, sobre todo para evitar los desfases entre la previsión de ingresos y gastos. Cuando se factura se suele pensar que se va a tener el dinero enseguida y puede que no sea así, que los clientes tarden en pagarte o directamente se conviertan en morosos. Por tanto, es importante calcular un porcentaje de impagados en la previsión de ventas.
Otro punto a tener muy en cuenta también, son los pagos relativos a impuestos. Se suele pensar que todo lo que hay en la tesorería son beneficios y no se prevé una partida para pagar el IVA y la Seguridad Social.
A la hora de hacer tu business plan, no te quedes sin establecer un plan B. Una de las cosas de la que más se arrepientan los emprendedores tiempo después, es de no haber hecho una previsión lo más ajustada posible a la peor situación que se pueda dar de los flujos de caja, es decir, de cuándo va a entrar y salir el dinero y con qué dinero nos vamos a encontrar. Podemos hacer varios escenarios, pero en el peor de los casos ¿qué pasará? ¿cuándo va a entrar dinero? y ¿qué necesidades voy a tener de financiar a corto esa liquidez?”. No te quedes sin dar respuesta a estas preguntas antes de lanzarte en tu negocio.
Recomendación: Eduardo Cervantes CEO de Grupo Cervantes Portilla & Asociados